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Las fracturas de tibia y peroné son lesiones graves que pueden ocurrir en el entorno laboral, especialmente en sectores como la construcción, la industria o el transporte.
Estas lesiones pueden generar largos periodos de incapacidad temporal e incluso secuelas permanentes, lo que hace fundamental conocer los derechos del trabajador y los pasos a seguir para tramitar la baja y reclamar las indemnizaciones que corresponden.
Causas más comunes de fractura de tibia y peroné en el trabajo
Las fracturas de tibia y peroné suelen ser consecuencia de accidentes laborales que involucran impactos directos o caídas.
Algunas de las causas más habituales incluyen:
Caídas desde altura:
Trabajadores en andamios, escaleras o superficies elevadas están expuestos a este tipo de accidentes.
Impactos con maquinaria pesada:
En entornos industriales, el atropello o golpe con vehículos o maquinaria puede provocar fracturas severas.
Accidentes in itinere:
Los trabajadores que sufren un accidente de tráfico de camino al trabajo también pueden padecer fracturas en las extremidades inferiores.
Golpes por objetos pesados:
La caída de materiales o herramientas en el entorno laboral puede impactar la pierna y causar una fractura.
Procedimiento tras sufrir una fractura de tibia y peroné en el trabajo
Cuando un trabajador sufre una fractura de tibia y peroné en el trabajo, es importante seguir los siguientes pasos para garantizar la correcta tramitación de la baja y la obtención de prestaciones:
Recibir atención médica inmediata
El trabajador debe acudir a un centro de salud o a la mutua colaboradora de la empresa para ser evaluado y recibir el tratamiento adecuado.
Emisión del parte de accidente laboral
El médico emite un parte de baja en caso de que la lesión impida continuar con la actividad laboral. Este documento es fundamental para acceder a la prestación económica.
Comunicación a la empresa y Seguridad Social
Desde abril de 2023, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) notifica la baja a la empresa, por lo que el trabajador no necesita entregar el parte en persona.
Evaluación y seguimiento médico
Dependiendo de la gravedad de la fractura, pueden requerirse cirugías, rehabilitación y revisiones periódicas para garantizar la recuperación.
Una fractura de tibia o peroné puede cambiar tu vida en segundos. Si te ha pasado en el trabajo, es importante conocer cómo proteger tu salud, tu empleo y tu futuro.
Duración de la baja por fractura de tibia y peroné
La duración de la baja depende de diversos factores como la complejidad de la fractura, la necesidad de cirugía y la evolución del paciente. Generalmente, la recuperación puede clasificarse en:
Baja de corta duración
Si la fractura es simple y sin complicaciones, la recuperación puede durar entre 1 y 3 meses.
Baja de media duración:
En casos donde se requiera cirugía o inmovilización prolongada, la incapacidad puede extenderse hasta 6 meses.
Baja de larga duración:
Si existen complicaciones, la recuperación puede superar los 6 meses y derivar en una incapacidad permanente.
Indemnización por accidente laboral con fractura de tibia y peroné
El trabajador puede reclamar diferentes tipos de indemnización en función de las circunstancias del accidente y sus consecuencias.
- Prestaciones por incapacidad temporal: Desde el día siguiente al accidente, el trabajador tiene derecho a recibir el 75% de su base reguladora. Algunos convenios pueden mejorar esta prestación hasta el 100% del salario.
- Indemnización por secuelas: Si la fractura deja limitaciones funcionales permanentes, se puede solicitar una compensación según el grado de incapacidad reconocido.
- Responsabilidad civil y reclamación por negligencia empresarial: Si el accidente se produjo por falta de medidas de seguridad, el trabajador puede reclamar una indemnización adicional por daños y perjuicios.
Derechos del trabajador durante la baja
Durante el periodo de baja, el trabajador mantiene sus derechos laborales, incluyendo:
- Protección frente al despido: No puede ser despedido por estar de baja, y si lo es, podría considerarse nulo.
- Derecho a rehabilitación: La mutua o la Seguridad Social deben cubrir los tratamientos necesarios.
- Reincorporación al puesto de trabajo: Una vez recuperado, el trabajador tiene derecho a regresar a su puesto o a una posición similar.